Basta ya de tanto sentido común

Basta ya de tanto sentido común

Llevo toda mi vida escuchando alabanzas de uno de nuestros sentidos más famosos. No hablo del sentido del olfato, ni del tacto, ni de la vista, ni del gusto, ni siquiera del oído. Hablo del sentido común.

Seguro que alguna vez os han dicho o habéis oído algo como: – Ante la duda utiliza tu sentido común; seguro que no te equivocarás. ¿Os suena?

Pues bien, después de utilizar el sentido común durante más de 30 años llegué a una situación en la que me sentía un hámster en una rueda, corriendo todo el día sin llegar a ningún sitio porque era lo que se supone que debía hacer.

El doloroso camino de seguir el sentido propio

Si entendemos el sentido común como las reglas y creencias que una misma sociedad comparte (incluyendo lo que está bien y lo que está mal), entenderemos también lo difícil que puede ser seguir un camino propio.

¡Ir contracorriente agota! Sentencias como: ‘estás loco por dejar un trabajo estable para montarte una empresa’, ‘arriesgarse no es bueno’, ‘ordénate la vida de una vez’ o ‘¿no tendría más sentido que aguantases como estas para poder pagar el alquiler? son el día a día de alguien que decide ‘decidir por sí mismo’.

Quizás la palabra clave sea PENSAR. Muchas veces parece que hay una regla no escrita que dice: No pienses; utiliza el sentido común. Es el camino más corto, eso seguro, pero muchas veces ese camino no nos lleva donde queremos llegar.

Y vosotros, ¿seguís el sentido común o el sentido propio?

Pues bien, después de tantos años decidí sentir, pensar y decidir; Ya no sigo en la rueda y, aunque confieso que no es fácil, cada día me siento vivo, con ilusión y fuerza para andar cada uno de mis pasos.

Como profesional de recursos humanos me encuentro cada día con personas que sufren por no saber cómo salir de la rueda de hámster en la que están atrapadas.

Tres simples preguntas os pueden ayudar a saber en qué camino andáis:

  • ¿Siento que ando hacia lo que deseo?
  • ¿Estoy en el trabajo que quiero estar?
  • ¿Sé qué es lo que me hace feliz, y lucho por ello?

¡Si las respuestas son SÍ, os felicito! Si no tenéis clara la respuesta, sobretodo no os juzguéis. El DARSE CUENTA del camino en el que estamos ya es un primer paso, quizás el más importante. Es el punto de inicio para sentir, pensar y decidir.

Como decía Steve Jobs: «Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto»