¿Cómo prepararnos para el pos-confinamiento?
Lo primero que me gustaría dejar claro, antes de iniciar este post, es que el pensar en esta cuestión me hace sentirme enormemente afortunado. Si tengo tiempo y energía para reflexionar sobre esta pregunta que nos hacemos algunos, es porque las personas de mi entorno y mi familia se encuentran bien. Este hecho y una visión a medio-largo plazo me hacen plantearme como va a ser el futuro inmediato y en qué hemos cambiado ya sin saberlo como sociedad y cómo no, en el entorno laboral.
Durante una tormenta se reduce drásticamente la visibilidad y nuestra reacción natural es la de mantenernos a salvo, sobrevivir y en ocasiones ayudar a los demás a salir de ella. La situación del Covid-19 se asemeja más a una pesadilla de la cual no podemos despertar que al de una tormenta y, aún así, veo a muchas organizaciones que se plantean esta pandemia como un hecho temporal que no ha venido a quedarse. Lamentablemente esta situación será recordada por todos nosotros, modificará y agilizará circunstancias de las que veníamos hablando hace tiempo (digitalización, trabajo remoto…) pero también replanteará los propósitos organizacionales y la relación entre empresa y colaboradores.
Y ante este nuevo escenario, ¿cómo me preparo para gestionarlo?
Si tuviera que resumirlo en una frase, diría que las organizaciones controladoras no van a existir en un futuro muy reciente. Como en una tormenta (o cualquier otra emergencia), cuando nos encontramos de cara con ella nuestra reacción es controlar. Los navegantes saben muy bien que o confías en la tripulación que tienen abordo o, en su defecto y si intentan controlar ell@s, el barco se hundirá y con él, tod@s.
Las claves, basándome en tanto en mi opinión como en diferentes artículos internacionales relacionados, están en estos cuatro puntos:
Gestión de la cultura
Es imposible que un/a líder pueda controlarlo todo. Preguntar y confiar en las personas que están a pie del cañón va a pasar a ser necesario para convertirse en una cultura ágil y adaptativa. El objetivo post alarma es transitar hacia una cultura auto organizada, que no auto liderada, orientada a objetivos y resultados.
Liderazgo vs Management
Normalmente confundimos estos términos, o los utilizamos para expresar lo que nosotros queremos decir. En Ethikos solemos decir a las empresas con las que colaboramos que si sus managers solo hacen management tenemos un problema. El manager gestiona las necesidades actuales del presente y el líder guía e inspira anticipando lo que pueda suceder y preparando a las personas, procesos y estrategias para ello. ¡Una combinación es lo perfecto! Preguntaros ¿Que hacéis durante vuestra jornada laboral? ¿En que grupo estáis?
De procesos estables a procesos gaseosos.
Las empresas suelen incluir en sus hojas de ruta el concepto ‘liquidez’. Nos hizo un gran favor el Sr. Lee con el “Be water, my friend”. El contexto actual nos obliga a todos, no solo a ser líquidos, sino dar el paso a gaseosos. Necesitamos ser ágiles, volátiles y rápidos. Lo inmóvil ya no vale, hemos de convertir nuestra empresa en una empresa evolutiva.
Gestión de emociones
Uno de los puntos fundamentales, sin lugar a dudas. Muchas de las personas que se siguen trabajando están sufriendo cuadros graves de ansiedad, incluso de estrés post traumático. No podemos normalizar lo que no es normal, no lo hagamos en las organizaciones.
La empatía y la vulnerabilidad serán clave del éxito y deberán hacerse estrategias para sacarlas a relucir en los entornos laborales. Si no somos capaces de hacerlo gestionaremos a las personas como si nada de esto hubiese sucedido y, eso, seguro que será el peor de los errores.
Hay tanto que contar que es difícil explicarlo todo en un post. Por ello iré escribiendo más a menudo para poder dar soporte a todas aquellas personas que sabéis que saldremos de ésta, entendiendo sobre todo que somos seres tremendamente interdependientes. Nos necesitamos para crecer, para ser mejores, para sobrevivir.
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