¿Las caretas? Solo para carnavales y fiestas de disfraces
Podría apostar que cuando veas este título y comiences a leer, tu cara sería de intentar averiguar de que va a tratar lo siguiente que leas. Spoiler alert: de procesos de selección.
Ahora que ya he mencionado, y que ya habrás pensado en alguna entrevista que hiciste o que te han hecho, podemos hablar de lo importante. ¿Por qué dejamos que nuestros procesos de selección sean muchas veces una farsa o vamos a una entrevista sabiendo lo que nos van a responder?
La respuesta es sencilla: porque en los últimos 30 o 40 años se ha hecho así. Pensar cuantas cosas han cambiado. Probablemente más de la mitad de las personas que estén leyendo, no habían nacido, pero para los que si habían nacido… ¿podríais imaginar que sigamos hablando con nuestros amigos con dos latas y un hilo😅? En los procesos de selección, salvo algunos avances tecnológicos, lo seguimos haciendo casi igual.
Y lo podemos decir a esto, porque buscamos hace 40 años lo mismo en las personas: competencias técnicas, competencias transversales y experiencia. Todo esto está muy bien, y lo necesitamos sin lugar a duda, pero ¿qué pasa con la evolución de las personas y las nuevas inquietudes que nos mueven?.
Cada día más personas buscan que su trabajo, no sea un trabajo, y cada día más las organizaciones buscan personas más vinculadas a ellas que solamente por un salario. Y es aquí donde nos damos cuenta qué las mismas metodologías y herramientas para realizar los procesos de selección, ya no nos alcanzan para satisfacer todos estos objetivos.
Mi primer experiencia en un proceso distinto
Para poder conocer a las personas, sus valores y su propósito, y entender como esas personas podrán encajar culturalmente dentro de nuestra organización no es sencillo. Sin embargo, hace un poco más de dos años, me ha tocado ser parte de un proceso de selección distinto. Y desde entonces, he aprendido no solo como funciona sino también como hacerlo, para hacer sentir a las personas de una forma distinta, y descubrir un poco más sobre ellas, para entender no solo si pueden realizar las tareas, sino como la realizarán y que podrán aportarle a la organización.
¿Qué ha cambiado? Simplemente la forma en que se dio el proceso, desde la autenticidad, con un seguimiento constante y con una entrevista fuera de lo común, con unas cartas y una charla donde en ningún momento tuve que leer mi CV y repetirlo, donde no hubo caretas ni máscaras. Durante toda esa entrevista Germán Cuenca, CEO de Ethikos, me mostró tal cual sería la organización y yo he podido mostrarle a él, quién soy y como sería dentro de la organización. No hubo preguntas preconcebidas ni aburridas, ha sido una charla… una charla donde luego comprendí, que no solo estaba buscando competencias, sino que estaba buscando mis valores y mi propósito. Una charla en la cual pude ser yo mismo, y responder de forma natural basado en la autenticidad.
Esa charla, fue mi primer contacto con TVS Methodology, y sin saberlo, fue el primer acercamiento a una forma innovadora y distinta para hacer procesos de selección. Hoy, más de 2 años después y luego de realizar incontables procesos aplicándola, he perdido la cuenta de la cantidad de personas que me han agradecido por ser parte de un proceso distinto, aplicando una metodología innovadora, y en el cual nos proponemos innovar y revolucionar los procesos de selección.
Dos años donde he sido parte de formaciones, de procesos de selección, de entrevistas, de contacto con nuevos partners… pero siempre sin máscaras, excepto para carnaval 😉
¿Vosotros? ¿Habéis tenido alguna experiencia con un proceso innovador?
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