COP25: logros y deudas pendientes

Por Lucas Rosso

La 25º edición de la Conferencia de las Partes (COP25) ha concluido. Muchas personas la califican como un desastre y/o como un fracaso. En lo personal, he querido esperar a que finalice para poder calificarla.

En primer lugar, ha sido un placer y un orgullo poder representar a Ethikos 3.0 y poder asistir, escuchar, aprender e intercambiar información y opiniones con personas muy valiosas. Ser parte del movimiento #BCorp me ha permitido conocer personas con las que compartimos los mismos valores y el mismo propósito.

También debo decir que, una vez concluida, tengo que recurrir a ese sentimiento agridulce. Una mezcla de esperanza e ilusión, con decepción y preocupación. Las primeras dos, por encontrar que se empieza a difundir el mensaje de la gravedad del cambio climático en un centro de decisiones. Lo mejor de ello, la búsqueda de enfrentar la emergencia climática de forma justa. ¿Por qué de forma justa? Por que es necesario que los países avancen en un modelo de lucha contra el cambio climático que tenga en cuenta la justicia social. Un modelo que piense en las desigualdades y sea más solidario con las personas que más lo necesitan y lo padecen.

 

Foto cortesía de Isacco Emiliani

Otra parte positiva, es la importancia y la visibilidad que han logrado la sociedad y las empresas en esta COP. Queda claro que el cambio, o es entre todos, o no será posible. En este sentido, me encanta ser parte de un movimiento que ha tomado el lema tiempo de actuar, muy en serio. Nos hemos comprometido más de 500 empresas de todo el mundo a ser cero emisiones para el 2030. Será un camino difícil, pero ya lo hemos empezado a transitar, con la responsabilidad que nos corresponde desde cada lugar.

Como tercer punto positivo, el impacto de la presencia de los más jóvenes. Desde los niños más pequeños en la zona verde, expresándose y aprendiendo, hasta el activismo y la concienciación comprometida de adolescentes y jóvenes. Colectivos de jóvenes todo el mundo acompañados de movimientos feministas, de derechos humanos, de pueblos originarios, entre otros, formaron una de las manifestaciones más simbólicas de la COP. Reflexión para los responsables de los países y grandes empresas: el mundo que viene y que dejemos, es responsabilidad y consecuencia de las acciones que tomemos aquí y ahora.

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Como personas en nuestro día a día tenemos dos impactos fundamentales: por un lado, elegir en qué tipo de empresas decidimos apostar e invertir nuestro talento y trabajar; por otro, que, cómo y cuánto consumimos. Trabajar en una empresa con propósito y alineada a nuestros valores, nos hará mucho más felices en el día a día. El consumo consciente nos ayudará a reducir nuestro impacto.

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Sin embargo, es aquí donde llega la parte negativa. La ausencia de países industrializados, la reticencia de otros a firmar pactos y compromisos más ambiciosos ha sido, clara y largamente, la deuda más importante de esta COP25. La falta de un acuerdo sobre el Artículo 6 es solo una de las muestras. Es sorprendente como los gobiernos están desoyendo todas las advertencias que la ciencia tiene sobre nuestro futuro. Para resaltar, la ambición y el compromiso de los países latinoamericanos, europeos, africanos y algunos pequeños estados insulares para llevar adelante y empujar hacia el mejor acuerdo posible en contra de lo que la mayoría de los grandes contaminantes pregonan.

A modo personal, además de trabajar fuertemente por el compromiso Net Zero 2030 que suscribimos desde Ethikos 3.0 junto a muchas otras B Corp, intentaré luchar contra todos esas malas costumbres y aprendizajes culturales que hemos recibido para resolver mis propias incoherencias internas (todos siempre tenemos, lo bueno es ser conscientes) y seguir apostando a que un mundo mejor es posible. Seguramente muchos pensemos que individualmente no podremos resolver el problema o que somos una pequeña hormiga, pero como me dijo alguien en la COP: “cada hormiga puede levantar 10 veces su propio peso”. Si todos nos convertimos en esas hormigas desde nuestro lugar, seguramente consigamos cargar con el peso de algunos que no quieren asumir la emergencia climática.

Como bien dijo Luca Parmitano en conferencia desde la Estación Espacial Internacional acerca de lo más bello y lo frágil del planeta: es imposible elegir lo más bello entre tanta belleza del planeta, lo más frágil claro está, somos nosotros.

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