¿Qué es un BHAG?

Existen una gran cantidad de conceptos que buscan ayudar a las empresas a definir sus metas, favorecer su crecimiento y alcanzar sus sueños. Hoy os vamos a hablar de uno en particular, que nos gusta mucho porque es grande y desafiante; definirlo permite dejar de pensar en pequeño para soñar en grande y alinear todo lo que somos y hacemos hoy en día para cumplir ese sueño.

El concepto de BHAG fue creado por Jim Collins y Jerry Porras a través de su libro “Built to Last” (1994) y es definido como un objetivo a un plazo de 10 a 30 años que, por supuesto, esté en resonancia con los valores y el propósito de tu empresa. BHAG significa Big Hairy Audacius Goal. Un objetivo audaz, grande y peludo, que, como su nombre lo indica, puede dar algo de miedo. Es que no es un objetivo cualquiera, sino uno que cambia la naturaleza misma de la existencia de una empresa. Y si nos permitís el spoiler… Asusta un poco, pero ilusiona mucho.

Olvidaos ahora de todas las palabras bonitas de marketing, de vuestra página web, vuestras redes y vuestras ganas de hacerle saber al mundo que sois los mejores. Definir un BHAG no se trata de encontrar las mejores palabras, sino de encontrar y establecer un objetivo lo suficientemente grande, que cambiará vuestra forma de hacer negocios, vuestra forma de ser percibidos en la industria y hasta puede llegar a cambiar incluso a la industria misma.

Uno de los ejemplos que dan Collins y Porras es el de subir el Everest… Podemos decir:

Subir el Everest = Subir la montaña más grande del mundo = Subir la montaña del al lado del monte Makalu = Subir la montaña más famosa del mundo = Subir la montaña en Nepal de 8.848 metros de altura…

Da igual las palabras que usemos, lo importante es haber hecho la suficiente introspección y análisis para definir aquel objetivo que nos movilice, nos convenza, nos saque de la zona de confort, nos invite a la acción, nos emocione y nos asuste a la vez.

¿Por qué tener un BHAG?

Todas las empresas tienen objetivos. Lo diferente de esto, es que un BHAG nos permite tener un futuro ambicioso. Nos permite catalizar el esfuerzo y el espíritu del equipo. Ayuda a que las personas tengan un alto grado de compromiso, pues quieren ver la foto final. El BHAG permite mantener a todo el equipo alineado y enfocado sobre lo que es importante para tu negocio, basta con hacerse la pregunta “¿Nos está acercando más a nuestro BHAG?”. Es una forma poderosa de estimular el progreso, un verdadero BHAG es claro y convincente, sirve como punto focal unificador de esfuerzo y actúa como catalizador.

También nos ayudará a la hora de sumar personas a nuestro equipo, o de seleccionar partners externos con los que trabajar o no. Conociendo el BHAG, contratarás a las mejores personas para lograrlo, y atraerás a aquellas, tan soñadoras como tú que quieran ser parte de la realización de este sueño.

¿Por qué es tan importante en una crisis?

En momentos de crisis es cuando más corren peligro nuestros planes, nuestras estrategias, nuestras decisiones, y ahí es donde es importante tener claramente definido un BHAG. Cómo decíamos anteriormente, es un objetivo que cambia nuestra forma de ser y hacer negocios. Es un norte, una meta mayor a la que queremos llegar, un sueño que queremos cumplir. Y eso, en momentos de crisis ayuda a guiar las decisiones porque de antemano sabemos qué cosas si y qué cosas no, por donde es el camino, aún cuando esté nublado.

¿Cómo ayudamos a las organizaciones a tener BHAG?

Definir el BHAG no es una tarea fácil y según nuestra experiencia además de asustar, incomoda. Las grandes empresas y sus directiv@s se sienten muy cómodos a la hora de definir estrategias, tácticas, hablar de objetivos financieros, inversiones, mercados… pero el BHAG nos invita a soñar. Para encontrarlo hemos de buscar nuestro lado más visionario, dejar de lado lo estratégico o táctico. Hemos de desempolvar nuestra creatividad, nuestra imaginación e ilusión para diseñar algo mayor. Hemos de poner en funcionamiento los engranajes del hemisferio derecho de nuestro cerebro, dejando de lado la lógica y el análisis. Vale que no estamos acostumbrad@s, pero se trata de ir poco a poco rompiendo estructuras para alcanzar esa vibración interna, dejarla salir y que nos permita soñar en grande.

De hecho, su definición misma puede poner muy nervios@s a los más estructurad@s, porque es un objetivo tan audaz que existe la posibilidad de no conseguirlo. Si es 100% realizable, no es lo suficientemente audaz, no estamos soñando lo suficiente. Se debe sentir como si fuera sólo un 50% – 70% realizable.

Algunos ejemplos

“Una computadora en cada escritorio y en cada casa”, Bill Gates, años ’80.

“Convertirse en la empresa más conocida por cambiar la imagen mundial de que los productos japoneses son de mala calidad.” Sony (1950’)

“Organizar la información del mundo.” Google. (2000’)

“Transporte tan fiable como el agua, en todas partes del mundo.” Uber. (2010’)

“Acelerar la transición del mundo hacia la energía renovable” Tesla. (2010’)

“Conectar al mundo” Facebook. (2010’)

Algunos puntos clave

  • Apuntaremos a las estrellas y, si fallamos, aterrizaremos en la luna
  • Estimula el progreso, hace mejor a tu empresa, ayuda a buscar grandeza
  • Tiene que ser claro y convincente
  • Amplía las capacidades actuales de tu empresa
  • Es medible
  • Está ligado a la estrategia de tu compañía
  • Es a largo plazo

 

¿Os animáis a buscar el vuestro?

2 comentarios
    • Alejandra rodriguez
      Alejandra rodriguez Dice:

      ¡Hola Dante!

      Implementar un BHAG en la educación superior implica fijar metas ambiciosas que motiven a toda la comunidad educativa, así que es fundamental contar con la participación de profesores, estudiantes y personal administrativo para garantizar un respaldo sólido.

      También debes asegurarte de que este gran objetivo esté alineado con la misión y visión de la institución, para que tenga un propósito claro.

      Además, te recomendamos dividir estas metas en pasos alcanzables, para facilitar el seguimiento del progreso, la innovación y la colaboración entre todos los involucrados.

      Y por último, te sugerimos realizar evaluaciones de manera constante, para que puedas adaptarte y ajustar las estrategias según sea necesario.

      Responder

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