7 TRABAJOS QUE YA NO EXISTEN
Hay muchos trabajos que tuvieron una gran importancia en la sociedad de su época, pero con el tiempo quedaron obsoletos.
Sucesos tales como cambios tecnológicos, sociales y económicos, aparición de diferentes hábitos de consumo… hicieron desaparecer estos trabajos. En ocasiones fueron procesos de lenta agonía, mientras que otros oficios prácticamente desaparecieron de la noche a la mañana debido a la llegada de un invento en concreto.
1) Lechero
Este noble oficio se remonta muchos siglos atrás, pero ya ha quedado obsoleto. Los lecheros han sido representados por maestros del arte pictórico como Vermeer o Goya, han formado parte del día a día del ser humano durante gran parte de nuestra historia.
Su función, durante el siglo pasado, consistía en entregar cada mañana botellas y jarras de leche por las casas del pueblo/vecindario. También entregaba otros alimentos como huevos y mantequilla. Con la llegada del frigorífico, la figura del lechero dejó de tener sentido.
2) Operador de centralita
El oficio de operador o telefonista consistía en gestionar llamadas telefónicas desde una centralita. Esto podía hacerse, normalmente, en una compañía especializada o en un centro de trabajo específico.
Las personas que se dedicaban a esto debían conectar las diferentes llamadas, sobre todo las de larga distancia.
Con los avances tecnológicos de principios de los 80’s y la llegada de la centralita digital, esta función quedó obsoleta.
3) Frenólogo
Otra falsedad en forma de oficio, estos sujetos se dedicaban a medir las cabezas de la gente para “descubrir” qué había dentro de la persona en cuestión. También tenían en cuenta la forma del cráneo y las facciones. Según los frenólogos, podían vislumbrar su inteligencia, su personalidad, sus tendencias delictivas, carácter…
Está considerada como una dañina pseudociencia y tuvo su final definitivo en 1967. Durante el siglo XIX gozó de una popularidad extrema, tras ser ideada por el alemán Franz Joseph Gall.
4) Hielero
Este trabajo tuvo su auge en el siglo XIX, cuando se reunían grupos de hieleros para serrar bloques de hielo en lagos o ríos. Su labor era precisa para poder crear almacenes en los que guardar grandes cantidades de alimento durante el invierno. Con la aparición de los frigoríficos este duro trabajo quedó obsoleto.
El último hielero conocido fue Baltazar Ushca Tenesaca. Este hombre desempeñó su trabajo en Ecuador, en la montaña más alta del país: el Chimborazo. El gobierno de la nación reconoció su labor y ha sido homenajeado en distintas ocasiones.
5) Pregonero
Este mítico oficio servía para dar las noticias más importantes. ¿Cómo lo hacían? A gritos.
El empleo se estandarizó en el siglo XVIII como empleado público, pero tiene su origen en la figura del praecones de la Antigua Roma. La persona encargada de pregonar precisaba de una voz potente, para poder hacerse escuchar en cada esquina de su dominio.
En España y sus virreinatos la figura del pregonero era la encargada de dar difusión a las noticias que los estamentos públicos querían hacer conocer a la población. Es decir, como su propio nombre indica, los pregoneros hacían los pregones.
Actualmente sigue existiendo este empleo, pero tan sólo en poblaciones muy pequeñas o rurales. Es una tradición prácticamente perdida. También, en zonas concretas, se trata de conservar dicha figura a modo de tradición, apareciendo en celebraciones locales, fiestas de pueblo etc
Algunos pregoneros tenían más funciones además de “dar noticias”, por ejemplo, injuriar a delincuentes condenados para crear un escarnio público, pregonando sus delitos y su condena. La llegada de medios de comunicación más eficaces acabó con el oficio.
6) Aldabonero
Al igual que los pregoneros, los aldaboneros también se dedicaban a pegar gritos, pero no solo eso. Estas personas eran contratadas con el objetivo de despertar a la gente, ya sea para llegar a tiempo al trabajo o para no estar demasiado tiempo echando la siesta. Para ello, aparte de los chillidos previamente mencionados, también se valían de guijarros para tirar a las ventanas o de largas varas para golpear paredes, cristaleras etc Con la llegada de la alarma, este oficio fue perdiendo fuelle hasta el día de hoy, que está totalmente obsoleto,
7) Recolector de sanguijuelas
Curioso empleo, fruto de la ignorancia y la manipulación. Este oficio también entra en la categoría de “vendehúmos”, como el de frenólogo. Durante el siglo XIX las sanguijuelas “medicinales” eran consideradas capaces de producir milagros sanatorios. Según los “gurús”, dichos animales podían chupar la “sangre tóxica” y librar al cuerpo de enfermedades.
Dicho “oficio” dejó de existir cuando la evidencia científica lo hizo inviable: el uso de las sanguijuelas propagaba enfermedades y a los únicos que ayudaba era a los farsantes que ganaban dinero con este negocio.
¿Qué depara el futuro?
Lo que pasó con los trabajos que ya no existen se repetirá y muchos de los oficios actuales en unos años serán cosa del pasado. Por ejemplo, taxistas, conductores de autobús o ferroviarios. Es de esperar que los vehículos acaben siendo plenamente autónomos. También está el caso de los dependientes de tienda o incluso camareros, es muy posible que su servicio esté sustituido por máquinas. ¿Es algo seguro? No, porque se pierde una parte muy importante del trato con el cliente, la humanización. Pero es muy posible que ese sea el futuro que nos espera. Otro ejemplo podría ser el de trabajos como administrativo y secretario o, incluso, el de obreros especializados y mozos de almacén. Todos, presumiblemente, serán sustituidos por robots e IA’s. Es difícil predecir con exactitud qué trabajos acabarán desapareciendo, pero sabemos con certitud que muchos lo harán.
Por: Sergio López Esteban – Content Creator
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