COP28: Un punto de partida, no un final

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La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 o la Conferencia de las Partes, más conocida como COP28, celebrada en Expo City Dubái, Emiratos Árabes Unidos del 30 de noviembre al 13 de diciembre, marcó un punto de inflexión crucial en la lucha global contra el cambio climático.

Sin embargo, antes de sumergirnos en el análisis de las reflexiones surgidas durante la COP28, es fundamental abordar y clarificar los conceptos clave y su relevancia. Esto resulta esencial para desarrollar soluciones efectivas que contribuyan a abordar los desafíos climáticos a nivel mundial.

 

¿Qué es una COP y por qué en un país petrolero?

El acrónimo COP, derivado del inglés como Conferencia de las Partes, hace referencia a la reunión periódica, generalmente anual, que desde 1995 reune a aproximadamente 200 países que integran la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Esta convención, establece la responsabilidad humana en la emisión de gases de efecto invernadero, los cuales están vinculados al cambio climático, mientras que a su vez, el acuerdo estipula la obligación de los signatarios de reducir dichas emisiones.

Por otro lado, la designación anual de la sede de la cumbre sigue un patrón rotativo por regiones, y en 2023, Asia era la región seleccionada. Emiratos Árabes Unidos presentó su candidatura y fue aceptada por los países de la región, siendo posteriormente respaldada por el resto de las naciones participantes en las negociaciones climáticas. Sin embargo, algunas críticas de grupos ecologistas se centran en la elección de Sultán Al Jaber como presidente de la cumbre, una designación que recae en el país anfitrión y generalmente recibe respaldo durante la inauguración. Al Jaber, quien también se desempeña como ministro de Energía, es el director ejecutivo de ADNOC (Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi), la octava mayor organización petrolera a nivel mundial.

Además, el sector de los combustibles fósiles, incluido el petróleo, es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que celebrar la conferencia en un país con una fuerte presencia en la industria de los hidrocarburos destaca la necesidad de abordar los desafíos ambientales relacionados con la producción y consumo de estos recursos.

 

El Acuerdo de París y su implementación

En el año 2015, se ratificó el Acuerdo de París, el cual impone a todos los países adheridos la responsabilidad de implementar reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero, para alcanzar el objetivo primordial: asegurar que el aumento de la temperatura media global al final del siglo no supere los dos grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales, y, de ser posible, que se limite a no superar los 1,5 grados. Este límite ha sido establecido por la comunidad científica como crucial para evitar consecuencias catastróficas en una situación que en la actualidad no puede revertirse, ya que actualmente, el planeta experimenta un calentamiento de aproximadamente 1,2 grados.

 

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Ahora que hemos aclarado de forma más detallada los conceptos fundamentales relacionados con la Conferencia de las Partes (COP) y sus objetivos en la lucha contra el cambio climático, es el momento de sumergirnos en un análisis más profundo de las discusiones y decisiones cruciales que marcaron el desarrollo de la COP28, donde las conversaciones se extendieron desde estrategias colaborativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta medidas concretas destinadas a facilitar una transición efectiva hacia fuentes de energía más sostenibles. Además, se prestó especial atención a la adaptación a los impactos inevitables del cambio climático, a la movilización de recursos financieros y a la designación de liderazgo, generando debates significativos sobre la dirección futura de los esfuerzos globales contra el cambio climático.

 

Discusiones y Decisiones Clave de la COP28

 

Avanzando hacia un futuro sin combustibles fósiles:

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) como la COP28 enfatizaron la imperiosa necesidad de alinear los planes para la transición energética global con el objetivo crucial de limitar el calentamiento global a 1,5°C para el final del siglo. Esta llamada a la acción resalta la importancia de triplicar la capacidad de energía renovable instalada, duplicar la eficiencia energética y acelerar la financiación asequible.

En el ámbito de los compromisos, 130 países, incluida la Unión Europea, han suscrito el Compromiso Mundial sobre Energías Renovables y Eficiencia Energética. Este acuerdo establece metas ambiciosas, comprometiéndose a triplicar la capacidad de las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para el año 2030. Además, un hito significativo es la participación de 50 compañías de petróleo y gas que se comprometieron a reducir las emisiones de metano y eliminar la quema rutinaria para el mismo año, conforme a los principios establecidos en la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas.

De cumplirse todos estos compromisos, según el análisis de la AIE, se lograría una reducción estimada de 4 mil millones de toneladas métricas de CO2 en emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía para el año 2030. Este impacto representaría aproximadamente un tercio de la brecha de emisiones que es necesario cerrar en los próximos seis años para alcanzar las metas establecidas y mitigar los impactos del cambio climático.

 

Fondo de pérdidas y daños:

Los países participantes acordaron poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños, cuyo objetivo principal es que las naciones más desarrolladas compensen económicamente a aquellas más expuestas y vulnerables a los impactos del cambio climático. En un gesto de compromiso, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció la donación de 20 millones de euros por parte de España a este recién creado fondo, contribución que forma parte de los 250 millones de euros comprometidos en total por toda la Unión Europea (UE), así como de los $725 millones de dólares de contribución total hasta la fecha.

 

Reducción en las emisiones de metano:

En la jornada centrada en igualdad y financiación, el Banco Mundial presentó dos nuevas plataformas para reducir las emisiones de metano que contribuyen al calentamiento global. La primera es la Plataforma Mundial de Reducción del Metano para el Desarrollo (CH4D), un centro dedicado a disminuir las emisiones de metano en la agricultura y los residuos. La segunda es la Asociación Mundial para la Reducción de las Quemas y el Metano (GFMR), que se enfoca en reducir las fugas de metano en el sector del petróleo y el gas.

 

Financiamiento para la adaptación:

Se dio a conocer el borrador del Global Goal on Adaptation, documento en el que se propone a las naciones desarrolladas a duplicar el financiamiento para la adaptación y se mencionan planes para evaluar y monitorear las necesidades de adaptación en los próximos años. Este enfoque busca fortalecer las medidas de adaptación frente a los impactos del cambio climático, asegurando un respaldo financiero suficiente para las naciones más vulnerables.

 

Impulsor de descarbonización global:

Entre las iniciativas diseñadas con la finalidad de acelerar la transición energética y reducir las emisiones a nivel global, se destacan la “UAE Hydrogen Declaration of Intent”, que cuenta con el respaldo de 39 países y busca establecer un estándar global de certificación para el hidrógeno. Así como también el “Global Cooling Pledge” que ha sido firmado por más de 60 países, con el objetivo de reducir las emisiones derivadas de sistemas de refrigeración en un 68% para 2050, contribuyendo a la descarbonización de la red eléctrica y logrando una disminución del 96% en las emisiones sectoriales.

 

Alianza utilities for net zero:

Más de 30 organizaciones energéticas a nivel mundial, se han unido bajo la «Alianza Utilities for Net Zero». Esta coalición, que presta servicio a casi 250 millones de clientes, ha asumido un compromiso significativo para fomentar la electrificación, fortalecer las infraestructuras adaptadas para las energías renovables y promover la expansión de fuentes de energía limpias.

 

Alianza más allá del petróleo y gas:

Teresa Ribera anunció la incorporación de España a la «Alianza Más Allá del Petróleo y el Gas» (Beyond Oil and Gas Alliance o BOGA), lanzada durante la cumbre de Glasgow (COP26) en 2021 y que actualmente cuenta con 24 miembros. Enfatizando la posición de la Unión Europea, la vicepresidenta tercera y ministra reiteró el respaldo a un acuerdo que conlleve a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

 

Declaración sobre agricultura sostenible, sistemas alimentarios resilientes y acción climática:

Un total de 158 países, entre ellos España, firmaron la ‘Declaración sobre Agricultura Sostenible, Sistemas Alimentarios Resilientes y Acción Climática’, marcando un hito al comprometerse por primera vez a integrar la alimentación y la agricultura en sus planes nacionales para combatir el cambio climático. Esta declaración representa un compromiso colectivo para promover la resiliencia, la seguridad alimentaria y prácticas sostenibles que beneficiarán a nivel global.

 

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¿Cuáles son los pasos a seguir después de la COP28?

La COP28 ha marcado un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático, impulsando un mayor compromiso por parte de las naciones para alcanzar la neutralidad climática. A pesar de los desafíos, la conferencia ha logrado avances significativos en áreas clave como la transición hacia energías limpias, la financiación para la adaptación, la reducción de emisiones de metano y la creación de alianzas estratégicas.

Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Se necesitan acciones más ambiciosas y una mayor cooperación internacional para lograr los objetivos del Acuerdo de París. Y aunque la COP28 ha sentado las bases para un futuro más sostenible, es crucial que las naciones participantes mantengan el impulso y continúen trabajando juntas para asegurar un planeta más saludable para las generaciones venideras.

La responsabilidad recae en todos nosotros, gobiernos, organizaciones y ciudadanos debemos unirnos en este esfuerzo colectivo para proteger nuestro planeta. La COP28 ha demostrado que el cambio es posible, pero solo si actuamos ahora y con determinación.

 

 

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By: Alejandra Rodríguez Aguas – Marketing Manager

 

 

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