La Selección por Valores, el futuro de los recursos humanos
La metodología que se centra en el cultural fit entre empresa y candidato está demostrando ser la más efectiva.
El mundo del trabajo está cambiando y eso también conlleva una evolución en el modus operandi de las empresas a la hora de encontrar candidatos. Las entidades que más rápidamente se adapten partirán con ventaja respecto a las demás. La selección por valores es un método disruptivo que ha llegado con el propósito de mejorar el sistema de elección de empleados. Algo que es necesario precisar desde un principio es que esta metodología no implica dejar de lado las capacidades y experiencia de los candidatos, sino ir un paso más allá y también tener en cuenta su encaje con la cultura de la empresa.
Humanizar el sector de los recursos humanos es la base para el cambio de este, así como otorgarle la importancia que se merecen a los valores y propósitos de las empresas y personas. De este modo se podrá ir hacia un futuro en que los procesos de selección sean mucho más óptimos tanto para entidades como para candidatos.
Si queremos entender esta innovación es necesario tener claros ciertos conceptos relacionados con el mundo laboral, la cultura y los valores. Os los expondremos a continuación.
Qué son los valores y su relación con la cultura de la empresa
Hablar de valores es hablar de ética. Nuestro conjunto de valores define nuestro comportamiento en sociedad, nuestras referencias internas que nos guían en el día a día cuando tomamos decisiones y actuamos frente a los demás. Qué está bien y qué no. Los valores de las personas, y, por ende, su ética, pueden cambiar y son variables.
El estudio de la conducta humana no es algo nuevo, lleva siglos despertando el interés de la sociedad y se remonta a la Antigua Grecia. Cuando Aristóteles escribió la Ética Nicomáquea su principal objetivo era conceptualizar -expandiendo la línea de pensamiento de Sócrates y Platón- cómo debían vivir las personas en función de los valores que estas tenían.
¿Por qué esto es importante para la cultura empresarial? Porque las empresas también tienen valores y las personas que forman parte de una funcionan mucho mejor cuando los comparten. Tener en común un conjunto de valores es compartir una ética y esto se traduce en un cultural fit que mejora considerablemente la motivación de los empleados, su desempeño profesional y el ambiente laboral.
Todas las organizaciones tienen determinadas prioridades y unos valores que las definen. Las decisiones que toman estarán, siempre, condicionadas por su forma de ver y entender el mundo.
¿Qué es exactamente la selección por valores?
Cuando aludimos a la selección por valores debemos tener en cuenta dos términos que sirven para conceptualizar qué es el encaje cultural entre candidato y empresa: cultural fit y cultural add.
El cultural fit vendría a ser cuando los valores del candidato encajan con los de la organización y viceversa. Mientras que el cultural add es cuando el empleado aporta cosas nuevas a la empresa, por ejemplo, una manera de ver el mundo distinta. Va más allá de tener unos valores básicos en común. Poseer un espacio de diversidad en una entidad siempre añade valía porque se consiguen nuevas visiones, maneras de hacer y autenticidad.
Normalmente las empresas seleccionan a los candidatos que más se asemejan a los trabajadores que ya están en la organización, pero esto es un error si implica perder la oportunidad de tener otros puntos de vista e ideas nuevas. El valor añadido de contar con un equipo de trabajo diverso es inconmensurable.
Una selección por valores siempre tiene en cuenta estas variables, el encaje cultural es vital para que un proceso de recruitment acabe siendo satisfactorio. Esta metodología, como indica Salvador García en La inteligencia de valores, consta de tres fases:
- Definir los valores principales de la empresa. Su forma de afrontar los diversos retos y situaciones que surgen en el día a día.
- Averiguar cuáles son los valores de cada candidat@
- Discernir si existe un posible encaje cultural entre la empresa y el candidato en cuestión.
La metodología de Ethikos 3.0
En vistas de las escasas metodologías para aplicar la selección por valores, en Ethikos decidimos desarrollar un mecanismo para ello. Tras dedicar varios años a su estudio y desarrollo, nació The ValueSquares Methodology, herramienta tanto física como digital, para ayudar a empresas y organizaciones a incorporar los valores en el trabajo.
Con The ValueSquares Methodology pudimos discernir cuáles son los valores reales a tener en cuenta para saber si las personas encajarán con una empresa o equipo. Conseguir entender los perfiles tanto de candidatos como de entidades fue vital para lograrlo. Además, uno de los objetivos de Ethikos era, y sigue siendo, unir a las buenas empresas con las buenas personas. Creemos que merece la pena hacer hincapié en esto puesto que así pueden nacer uniones muy provechosas, tanto para la organización como para la sociedad. Además, esta manera de hacer nos acerca más a nuestro propósito como empresa: humanizar el mundo del trabajo.
Una de las claves del éxito de nuestra metodología es analizar qué valores de la entidad hacen que el propósito de esta se cumpla. Entender que no es tan importante el qué como el cómo. Encontrar a personas que se adecuen a este espacio, aunar el job fit (competencias y capacidades) con el cultural fit es posible gracias a The ValueSquares Methodology.
Lo cierto es que cada vez formamos a más empresas e instituciones en ‘Selección por valores’. Entendemos esto como un síntoma de que los valores paulatinamente están ocupando el lugar estratégico que deberían tener para las empresas.
¿Por qué es mejor la selección por valores que la clásica?
Actualmente las empresas sufren una gran cantidad de pérdidas debido a la rotación imperante. Según Gallup, el 42% de las nuevas incorporaciones dejan su trabajo -o son despedidos- antes del primer año laboral. Además, acorde con el estudio antes indicado, el 80% de estos fracasos tienen relación directa con un encaje insatisfactorio entre empleado y empresa.
Por su parte, LinkedIn también ofrece datos que refuerzan la tesis del problema de encaje cultural generalizado entre empresa y candidato. Según la red social, un 38% de sus usuarios considera que el propósito y valores tiene el mismo peso a la hora de buscar trabajo que el sueldo o el estatus.
La otra cara de la moneda es la selección de valores, que muestra unas cifras mucho más esperanzadoras. Gracias a The ValueSquares Methodology el índice de rotación se ha visto reducido para las clientes de Ethikos hasta tan solo un 3%. Lograr generar altos índices de compromiso en los nuevos empleados ha sido vital para conseguir llegar a estas cifras. Esta conexión los acaba convirtiendo en reales embajadores de marca, mejorando la experiencia de los empleados y generando una cultura compartida.
Con esta metodología conseguimos lograr la comodidad de los candidatos para conocerlos realmente como son. Así, podemos analizar sus valores y medir su compromiso e ilusión hacia el puesto de trabajo. Entender quiénes son tanto empresa como candidato nos sirve para poder descubrir el grado de cultural fit que se dará entre las dos partes una vez se formalice la relación laboral.
En reiteradas ocasiones la urgencia por seleccionar a alguien para cubrir el volumen de trabajo hace que las empresas se focalicen exclusivamente en las competencias técnicas sin ir más allá. Esto puede funcionar, pero tan solo a corto término. En el medio y largo plazo este modus operandi está condenado al error, fallos en la captación de talento y gastos adicionales para la entidad. Los mejores equipos están formados por aquellas personas que comparten valores y propósitos, tenerlo en cuenta es vital para optimizar el rendimiento de los trabajadores.
Reducir la rotación y los costos que se sufren a causa de ella y por el camino conseguir unos trabajadores más implicados con la marca de la empresa es algo que no hay que dejar de lado nunca.
Por: Sergio López – Digital Content
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