La recesión de septiembre: qué podemos esperar

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La posibilidad de una recesión va cogiendo fuerza. Muchos expertos aseveran que los indicadores económicos muestran que va a ver una recesión económica muy fuerte tras el verano. Ojalá se equivoquen, pero no parece ser el caso. Esta crisis global también se traducirá en una fuerte crisis de empleo. En el artículo de hoy os hablaremos sobre qué puede pasar en el futuro próximo con el mercado laboral, así como los sectores que peor aguantarán el chaparrón.

Generalmente se considera que un país entra en recesión cuando sufre una disminución de las actividades financieras durante dos trimestres consecutivos. A todas las naciones les acaba pasando tarde o temprano, forma parte del ciclo económico natural de los estados. El problema es cuándo llega y en qué condiciones. Según la situación, la recesión puede ser devastadora y causar gravísimas crisis sociales. No es el fin del mundo, pero se pasa mal. Sobre todo, los más vulnerables se ven muy afectados. Además, hay que tener en cuenta que en España ya hay más de 9 millones de personas en riesgo de exclusión social.

¿En qué medida es posible una recesión? ¿Por qué pasa?

La inflación es un peligro evidente para la economía europea. Empobrece a las empresas y a las familias, sobre todo, en el caso de las últimas, a las más vulnerables. Además de este fenómeno, la crisis energética también juega un papel importante en la posibilidad de una recesión. En el caso europeo, sobre será vital saber qué pasará con Alemania y su posible corte de suministro de gas.

Los precios de la energía no van a parar de subir en un corto plazo. La Guerra de Ucrania ha sacudido el mercado energético, generando tensiones que no van a desaparecer de un día para otro. La mayoría de naciones europeas está tratando de llenar sus reservas de petróleo y de gas para el próximo invierno, convirtiendo este proceso en una carrera energética que perjudica la economía de la UE. Es difícil prever el futuro del conflicto de Ucrania, pero parece difícil que la situación vaya a resolverse en breves, por lo que es de esperar que sigan subiendo los precios de la energía.

Para frenar la inflación se viene una subida de los tipos de interés. Esta medida, aunque necesaria, tendrá consecuencias inevitables. Los préstamos serán más caros y se desincentivará el consumo. Tanto familias como empresas lo tendrán más difícil para financiarse. Hablando en plata: habrá un encarecimiento del dinero, con todo lo que ello supone.

Caso de España

Para hablar sobre la situación española es interesante conocer lo que hace escasas semanas dijo José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El político y economista aseveró lo siguiente para la cadena televisiva La Sexta: “La probabilidad de que España entre en recesión económica en los próximos meses es muy baja. Esto es debido a la resiliencia del mercado laboral, el despliegue de los fondos europeos y la holgada posición financiera neta de las familias, entre otros elementos también relevantes”.

A esto ha añadido lo siguiente: “Para que se produzca una recesión son necesarios varios trimestres de caída del PIB, algo que no veo para el caso español, gracias a las palancas con las que cuenta actualmente nuestra economía. Eso no quiere decir que no pueda producirse una desaceleración significativa. “

El ministro quiso poner como ejemplo a dos aliados clave de España, aunque dejó claro que el futuro a corto plazo era muy difícil de prever: “Alemania e Italia llevan meses trabajando en establecer planes de contingencia alternativos y van a tener apoyos de países de su entorno. Me parece muy difícil ponerle números a esto y yo sería muy prudente. Realmente lo tenemos muy difícil los economistas para saber cuál va a ser el impacto en la actividad.”

¿Aguantará el mercado laboral?

Algunos dicen que sí, o que al menos lo está haciendo por el momento. Pero la recesión aún no está aquí. Y, además, en verano se crean muchos puestos de trabajo gracias a los sectores del turismo y la hostelería. La economía española depende sobremanera de estas industrias.

Las perspectivas no son muy esperanzadoras. El consumo bajará y las empresas tendrán dificultades para mantener ingresos y, por tanto, es probable que disminuyan el personal. Es decir, que muchas personas perderán su empleo o, como mínimo, estarán en riesgo de perderlo.

¿Qué industrias sufrirán más?

Una vez explicada la recesión, sus causas y consecuencias, cabe explicar qué industrias se verán más afectadas. Nos interesa saberlo porque los empleos relacionados con dichos sectores son los que más sufrirán.

El sector automovilístico, inmobiliario, de ocio, hostelería y turismo suele verse severamente afectado por las recesiones económicas y es de esperar que vuelva a suceder esta vez. Otra industria que sufre mucho es la del petróleo y el gas, que en esta ocasión incluso puede ser peor debido a la escasez de energía que se prevé debido al clima geopolítico actual. Dicho esto, procedemos a explicar tres sectores que prevemos que lo pasen realmente mal una vez llegue la recesión.

Venta al detalle / Comercio minorista

La industria minorista es uno de los pilares de empleo, por lo que una caída de esta puede ser durísima a nivel laboral para muchas personas.

Es frecuente que, con las recesiones, este sector sea de los más afectados. La población empieza a comprar menos debido a la pérdida de poder adquisitivo, lo que hace mucho daño al comercio minorista. Todo tipo de artículos de lujo o “caprichos” pasan a un segundo plano cuando hay que apretarse el cinturón, los consumidores no van a dejar de gastar en servicios básicos, pero sí que van a prescindir de gastos que podamos entender como frívolos (ropa cara, artículos de belleza, videojuegos etc).

Restaurantes, bares y cafeterías

Por muy fuerte que sea esta industria y que exista una gran tradición en España, las recesiones no tienen piedad con la restauración.

Muchas personas acaban prescindiendo de ir al bar a tomar algo y lo acaban haciendo en casa. Otras dejan de ir una vez a la semana a su restaurante favorito… Incluso aunque se siga yendo a bares, restaurantes… la mayoría lo hace con menos frecuencia.

Dicho esto, es evidente que el sector de la restauración suele verse afectado por las crisis económicas. Con la última recesión, provocada por el Covid, ya cerraron muchos bares y restaurantes. Aunque el contexto y tipo de crisis que se espera en septiembre será diferente, mucho menos duro que lo que supuso la pandemia.

En el futuro iremos más allá y os hablaremos sobre los empleos en concreto que más capacidad de resistencia tienen frente a la recesión. También lo haremos sobre los que serán más vulnerables. ¡Estad atentos a nuestras publicaciones para descubrir más contenido de calidad!

Por: Sergio López Esteban – Marketing Specialist

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