Diversidad e inclusión de personas transexuales en las empresas

Según The Human Rights Compaign (2021) en Estados Unidos son más de 2 millones las personas cuya identidad y/o expresión de género es diferente del sexo que se les asignó al nacer. Está claro que las personas trans* a lo largo de sus vidas se tienen que enfrentar a muchos retos y obstáculos, también durante el desarrollo de sus carreras profesionales.

La experiencia trans* en las empresas

Hoy en día, tendría que ser responsabilidad de las empresas mejorar la experiencia transgénero en el trabajo: comprometerse con la diversidad, la equidad y la inclusión debería ser parte fundamental de la cultura de todas las empresas. Sin embargo, si bien ha habido importantes avances para los derechos de la comunidad LGBTQ+ en la última década, eso no resulta suficiente a garantizar la igualdad de condiciones para este colectivo en el entorno laboral.

Según un estudio de la Behavioral Risk Factor Surveillance System (2020), en Estados Unidos, solo el 73% de los adultos transgender está en activo, en comparación con el 82% de las personas cisgender. Un estudio de McKinsey (2021) nos muestra como las personas trans* también ganan menos: Según datos de 2020, el ingreso familiar anual de un adulto transgénero es de aproximadamente $ 17,000 menos que el de uno cisgénero en EE. UU.

Es evidente, que las personas trans* en el trabajo encuentran muchos más obstáculos, desafíos y desventajas que las personas cisgender, empezando por el proceso de reclutamiento: Según McKinsey (2021), durante los procesos de selección, más del 50% de las personas transgénero, intenta ocultar su verdadera identidad debido al miedo a exclusión y discriminación. Eso, como es evidente, conlleva en la persona trans* un gran desgaste de energía mental y psicológica, aparte de mucha presión por intentar ajustar su apariencia e/o comportamiento a los estándares cisgender. También después de la contratación, es frecuente que los empleados transgénero no quieran hablar abiertamente de su identidad y solo el 32% afirma sentirse totalmente cómodo en su empresa. Eso lleva a estas personas a experimentar a menudo sensaciones de estrés que dificultan su plena involucración y participación en el trabajo. Otro problema es que ese colectivo está escasamente representado en los altos cargos de las empresas, ya que solo el 19% de los encuestados por McKinsey tienen puestos de gerente.

¿Qué podemos hacer como empresas?

  • Hacer un recruiting más consciente: participar en eventos de reclutamiento y ferias adaptadas a la comunidad LGTBQ+, en búsqueda de talentos. Las empresas para ser inclusivas no solo tendrían que fomentar la contratación de personas de colectivos LGBTI+, sino también implementar metodologías de selección y reclutamiento que sean inclusivas, que favorezcan la diversidad, fomenten la igualdad de oportunidades y la no discriminación durante todas las partes del proceso.
  • Ofrecer beneficios más inclusivos: Sería bueno asegurarse que los beneficios para los empleados de la empresa sean “trans-friendly”: por ejemplo, incluyendo el apoyo a la salud mental como parte de la cobertura de seguro médico. Además, para empoderar a las comunidades marginales, las empresas podrían proporcionar seminarios y sesiones formativas para enseñar habilidades necesarias a la buena ejecución del trabajo.
  • Elaborar políticas y programas inclusivos para la comunidad trans: es importante para las empresas asegurarse que las políticas de los empleados sean más inclusivas. Además, es fundamental que los managers tengan conocimiento y medios a la hora de tener que tratar problemas relacionados con empleados que pertenezcan a la comunidad trans.
  • Comunicar una cultura inclusiva: Las empresas pueden tomar medidas concretas para demostrar públicamente que fomentan un lugar de trabajo friendly para las personas transgénero, tanto a nivel interno como hacía fuera.

¡Muchos pasos aparentemente pequeños, sumados, pueden tener un gran impacto en la sociedad al demostrar el compromiso de una organización con la inclusión transgénero!

En calidad de expertos en la gestión de personas, los profesionales del mundo de los recursos humanos somos la clave para que una vez por todas las empresas dejen de lado los estereotipos sobre el colectivo trans* y empiecen a ver a las personas de este colectivo por lo que realmente son: profesionales capaces de desarrollar sus tareas laborales igual que las personas cisgénero. Para hacerlo, lo primero es modificar los criterios con los que hacemos selección en nuestras empresas; atracción del talento sin etiquetas significa acoger a candidatos talentosos independientemente de su sexo, identidad de género u orientación sexual.

Solo así se podrán poner al lado los prejuicios que habitualmente acompañan a las personas trans* para por fin poner el foco en sus valores y/o competencias reales. Las empresas deberían conocer el valor añadido que aporta incluir en sus procesos de selección a personas transexuales; numerosos estudios evidencian como un entorno laboral que no fomenta la inclusividad, no solamente perjudica a los individuos sino también a la empresa misma.

¡Hay que ser valiosos y hacer las cosas de manera diferente, para que las cosas cambien!

 

Por: Isabella Cini – People Consultant

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